BIENVENIDOS

sábado, 9 de julio de 2016

El ADN: nuestra cédula de identidad

En el núcleo de la célula encontramos los cromosomas. Estos están compuestos por moléculas orgánicas: ácido des-oxi-ribonucleico o ADN y por proteínas.
A lo largo de cada uno de los cromosomas, en su ADN, se encuentran los genes.
Los genes son los responsables de la transmisión de los caracteres hereditarios. Son los responsables de que los hijos sean semejantes a los padres.



Estructura del ADN
Es una molécula larga y lineal formada por dos cadenas paralelas y enroscadas alrededor de un eje central imaginario.
Si miramos de cerca una de las cadenas podemos observar que los eslabones que la forman son unas moléculas llamadas nucleótidos. Un nucleótido está formado por la unión de un glúcido, de ácido fosfórico y de una base nitrogenada.
En el ADN existen cuatro bases nitrogenadas  combinadas entre sí: adenina, guanina, citosina y timina.
Como si fuera el programa de grabado de un CD, el ADN es capaz de poner en marcha la construcción de una neurona, de establecer la formación de un nuevo ser, de asegurar que de la cruza de dos carpinchos nazcan siempre carpinchos y, también, es responsable de una variedad interminable de órdenes que hacen funcionar a los seres vivos. 


ADN-huellas dactilares
El ADN se encuentra en cada una de nuestras células, incluyendo sangre, saliva, folículos del pelo y piel. Nadie más que tú, tiene un patrón de ADN exactamente como el tuyo. Por esta razón, las pruebas de ADN que se pueden obtener de la piel o pelos recogidas en la escena de un crimen, pueden estar vinculadas a un sospechoso, tal como lo vemos en las películas. Los científicos logran analizar la composición exacta de dos series de ADN y si estos son idénticos, lo más probable es que sean de la misma persona.


No hay comentarios:

Publicar un comentario